2019 será el año en el que las ambiciones estratégicas de las compañías se traduzcan en acciones reales y pragmáticas, según Forrester.
2019 será el año del pragmatismo, tras un 2018 en el que los líderes de las organizaciones han entendido el alcance y la magnitud de los desafíos que plantea la realidad digital. Durante este año, las empresas han podido trazar planes y dibujar objetivos para responder a las demandas de los clientes y el mercado y así adaptarse al hiper ritmo digital, aprovechando las ventajas que brindan las nuevas tecnologías para impulsar la eficiencia y generar vías de ingresos.
Sin embargo, este proceso desafía la forma en que muchos líderes llevan sus negocios e implica grandes esfuerzos de cada a mejorar la experiencia de usuario. Según la consultora, el 50% de los esfuerzos por transformarse digitalmente se han estancado en 2018 debido, principalmente a una mala gestión de los datos, a infravalorar el trabajo necesario para abordar las nuevas tecnologías y por falta de una ejecución coherente de la estrategia.
Así, un enfoque más pragmático en 2019 permitirá a las compañías abordar los desafíos fundamentales que aún están por resolver, como la deuda tecnológica, el gobierno de los datos o la preparación organizacional. De esta forma se dará paso a estrategias decisivas y con objetivos claros para lograr un mayor alcance en 2020.
En este sentido, Forrester identifica las dinámicas y tendencias que más impacto tendrán en las compañías durante este año:
El reto de la experiencia de usuario
Se estima que el 20% de las marcas abandonará su apuesta por la experiencia de cliente en 2019, para centrarse en estrategias más tradicionales para conseguir resultados a corto plazo. Muchas empresas han fracasado en estos intentos debido a que sus modelos no introducían realmente cambios disruptivos y, por lo tanto, fallaban a la hora de sorprender a los clientes. De cara a obtener ganancias reales de las estrategias de experiencia de cliente, éstas deben liderar la disrupción en las operaciones existentes.
Definir el propósito de la transformación
Definir con firmeza el propósito de la transformación como una prioridad estratégica será necesario para diferenciarse en el ecosistema digital y conectar con los empleados.
Buscar resultados tangibles
Según la consultora, el 25% de las compañías desacelerará sus esfuerzos digitales en 2019, debido a que su estrategia digital no estaba basada en un cambio organizacional y disruptivo real que diera lugar a resultados tangibles. En este nuevo año, las organizaciones pondrán en marcha cambios incrementales tanto en la digitalización de los clientes como en el lanzamiento de nuevos productos. De esta forma, el modelo permitirá poner el foco de la innovación en los aspectos que más urgencia requieren y los más prometedores. Sin embargo, solo el 15% conseguirá implantar un modelo centrado en el cliente, basado en una arquitectura de procesos moderna y que obtenga ágiles resultados.
La inteligencia artificial como agente de cambio
2019 será el año en el que la inteligencia artificial y la automatización de procesos mediante robótica fomenten el trabajo digital en más del 40% de las empresas. La falta de infraestructuras y enfoque transversal, la escasez de datos y la limitación de la comprensión por parte de los líderes han sido las principales causas del lento avance de la implantación de esta tecnología en las organizaciones. Una vez superadas estas barreras, las compañías serán capaces de sacar todo el partido a la inteligencia artificial para ofrecer mejores experiencias de usuario.
Además de estas tendencias, Forrester también señala que 2019 se verá influenciado por la ciberseguridad, la experiencia del empleado, las estrategias de gestión del talento interno y la automatización de procesos.
Fuente: Fuente BBVA