Industria 4.0: "Menos trabajo manual, más trabajo intelectual"

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Industria 4.0: "Menos trabajo manual, más trabajo intelectual"

2011 es considerado el año de nacimiento de la iniciativa “Industria 4.0” en Alemania. En un simposio de expertos de industria e informática se debatió sobre el futuro de este país como lugar de producción.

¿Sería suficiente construir herramientas y aparatos ingeniosos para sobrevivir en el mercado mundial? Esta fue una de las cuestiones centrales que se debatieron allí. El debate dio lugar a la idea de que las tecnologías de la información darían un impulso significativo a la industria.

Fue como un toque de diana, recuerda Gunther Reinhart. “Podemos construir máquinas capaces de aprender, conectarlas entre sí, y, de ese modo, llegar al ‘Internet de las cosas'”, dice el profesor de Ciencia industrial y Tecnología de ensamblaje de la Universidad Técnica de Múnich.

El “Internet de las cosas” es un término colectivo para una infraestructura en la que están vinculados objetos físicos y virtuales. “Al final del simposio, uno de los presentes exclamó con entusiasmo: Esta es quizás la cuarta revolución industrial”, cuenta Reinhart.

Hasta ahora, existen muchos desarrollos parciales que deberían conducir a una fábrica inteligente en el futuro, es decir, a una producción completamente automatizada. “La fábrica automatizada inteligente todavía no existe”, dice Reinhart. En su “Guía de la Industria 4.0 Modelos de Negocio, Procesos, Tecnología ” presenta etapas importantes de este desarrollo y describe los posibles entornos de trabajo del mañana.

Sin embargo, los investigadores coinciden en que el hombre asumirá un nuevo papel en la fábrica del futuro. “Se convierte más en el director de producción que en el órgano ejecutivo. Por eso cambiará el carácter del trabajo: habrá menos trabajo manual, y más trabajo intelectual”.

Cooperación con la máquina inteligente.

En la fábrica inteligente (“Smart Factory”) del futuro, los robots que aprenden y los seres humanos trabajarán juntos más intensamente que en la actualidad. La distancia entre el robot y el ser humano desaparecerá, la coexistencia de la máquina y el trabajador se convertirá en cooperación.

Ya hay mucho menos papel en las fábricas, pero más computadoras tablet. “Apenas conozco una fábrica donde la gente no camine con SmartPads”, dice Reinhart.

Con su computadora tablet, un jefe puede ver el plan de turnos de trabajo, así como los datos de producción. Y si hay un problema con una máquina, puede hallar las instrucciones de reparación de inmediato.

Trabajando en una fábrica inteligente

La idea de que los robots se movilicen a lo largo de la línea de montaje en un vehículo y proporcionen a los trabajadores lo que necesiten en todo momento, todavía es un sueño del futuro.

La industria aeroespacial ya está relativamente avanzada en el uso de nuevas tecnologías, por ejemplo, en la fabricación de turbinas aeronáuticas. “Cada operación de mantenimiento en una turbina puede ser rastreada”, dice Reinhart.

“Big Data” como materia prima

En la producción inteligente y automatizada, las personas, las máquinas y los recursos se comunican entre sí para fabricar productos rentables y hechos a medida. Cuando la planificación, la producción, las ventas, el mantenimiento y el reciclaje se enlazan en todo el mundo mediante sistemas basados en Internet, se generan rápidamente grandes cantidades de datos.

Y estos datos pronto se convertirán en el propio modelo de negocio. “Basándome en estos datos, puedo ofrecer ciertos servicios”, dice Reinhart. “Y así nace un nuevo negocio que va más allá de la fábrica inteligente.”

Las cantidades de datos, en constante crecimiento, se están convirtiendo en el “oro” de la cuarta revolución industrial: hay que controlarlos y, sobre todo, protegerlos. A pesar de todos los avances en los campos de los sensores, la tecnología de radio y la seguridad informática, todavía queda mucho por desarrollar y por hacer. 

Fuente: Elmostrador.cl